¿Alguna vez te has preguntado quién eres? ¿Cuándo empezó todo? ¿Por qué a ti? ¿Por qué sentías que tus sentimientos siempre estaban a flor de piel? Por qué llorabas demasiado, reías demasiado, te afectaban los ruidos, olores y colores también demasiado. ¿Alguna vez te has sentido o te han hecho sentir culpable por ser sensible?
Un día descubres que todo eso que te está pasando tiene nombre: Alta sensibilidad y que, por consiguiente, eres PAS. Pero… ¿qué es eso concretamente? Buscas información, lees libros, ves documentales con testimonios reales y disfrutas de películas donde los y las protagonistas son como tú. Resoplas y sientes alivio, o tal vez no, porque tú quieres ser como el resto. Comienzas a entender que todo eso que has vivido tiene una razón de ser, que tú percibes el mundo de otra forma, con mayor intensidad, tanto para lo bueno como para lo malo. Poco a poco te das cuenta que el fosforito con el que vives la vida sirve para subrayar lo más gris de nuestra existencia y rescatar del olvido aquellas sutilezas que para otras personas pasan desapercibidas.
El descubrimiento es ese momento en el que descubriste, valga la redundancia, que eras Altamente Sensible. Que eras PAS. Ese ese punto de inflexión en el que tu vida da un cambio de 180 grados y todo empieza a verse de otra manera. El descubrimiento también será el tema del primer número de nuestra revista impasible. En él, psicólogas, profesionales, escritoras, poetas, divulgadoras, artistas y personas nos contarán cómo supieron que eran altamente sensibles, cómo lo gestionaron, cómo les ayudó a entender su vida. Y todo ello, con un toque especial, a través del arte y la literatura.